miércoles, 21 de mayo de 2008

Los cinco grandes de la magia (2ª Parte) - Slydini

"Bueno, aquí estamos de nuevo. Me alegro que halláis disfrutado de la primera parte de este artículo. Pues que deciros…¡Qué aquí tenéis la segunda parte!.
Continuamos nuestro pequeño homenaje al grupo que podemos llamar “los 5 de la magia”, no suena mal, ¿verdad?

Nuestro siguiente homenajeado es Slydini y podemos considerarle como un gran referente en la magia de cerca.
Quintino Marucci, Slydini, nació en Foggia, en Italia. Tuvo la suerte que su padre era aficionado a la magia y desde muy pequeño pudo ver como su padre hacia desaparecer pequeñas cosas entre sus manos. Slydini empezó a copiar lo que su padre hacía y pasó gran parte de su infancia intentando esconder objetos en sus manos.
Con el paso del tiempo tuvo que emigrar a Argentina, y se fue a vivir con un tío suyo. Fue ahí donde comenzó su andadura mágica como ilusionista, pero un ilusionista peculiar, un ilusionista que no actuaba en un gran escenario sino cerca del público para que pudiesen vivir la magia justo debajo de sus narices.
En 1930 decidió emprender un nuevo viaje para triunfar como mago, cogió sus maletas y se puso rumbo a EE.UU. Allí bajo el pseudónimo de Tony Foolen comenzó a mostrar a los demás lo que sabía hacer, pero entre la crisis que existía en los EE.UU y su poco conocimiento el idioma se le pusieron las cosas u poco cuesta arriba.
Una vez que empezó a triunfar decidió cambair su nombre artístico al de Slydini. Su éxito lo tuvo que compartir con trágico acontecimiento histórico. la 2º Guerra Mundial. En este período Slyidini se dedicó a actuar en un hospital para distrar a los heridos de guerra y aquí es donde se produce una de las anécdota
que más cuenta Slydini. Esta anécdota no esotra que estando Slydini en este hospital oyó gritos de un soldado moribundo que sólo deseaba morirse, Slydini se acercó a él y se dispuso a hacerle su famoso juego
que paso a la historia como "los pañuelos de Slydini". Slydini ató fuertemente los pañuelos de desataban el deseo se hará realidad. Y sí ocurrió, los pañueos dse desataron y aquel pobre soldado recupero la ilusión y las ganas de vivir.
Siempre se dedicó a hacer magia con objetos cotidianos (pañuelos, bolas de papel, cigarillos, imperdibles, monedas, terrones de azúcar, palillos, ...) y siempre a muy corta distancia. Slydini se coronó como el mejor ilusionista de close up del mundon ny no sólo por su gran manipulación, la gesticulación, sobre los puntos de interés de relajación y de tensión, muchos aspectos sobre la psicología del espectador. Llegó a convertirse en un experto de la distracción y siempre le dió mucha importancia a que el mago debe creerse realmente lo que hace porque así logrará que el público también se lo crea, por eso el mismo daba mucha importancia a la gestualidad, a la mímica, al tono de voz, etc...
En 1991 nos dejó, pero siempre le recordaremos gracias a todos sus aportes.

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