jueves, 15 de mayo de 2008

los cinco grandes de la Magia

Otro mago al que podíamos otorgar un sitio entre los grandes no es otro que el “profesor”, es decir, Dai Vernon. David Frederick Verner era su verdadero nombre y nació en Ottawa en 1894. Dai Vernon tuvo la suerte que cayó en sus manos cuando era muy pequeño uno de los mejores libros de magia de la historia, ese libro no era otro que “el experto en la mesa de juego” de Erdnase.
Estudió ingeniería mecánica, pero finalmente decidió dedicar su vida a la magia y era muy hábil en los deportes, llegando incluso a ser capitán del equipo de hockey local.
A los 29 años viajó a Nueva York y comenzó a ganarse la vida recortando siluetas del perfil de los viandantes y vendiéndolas a 50 centavos la pieza. Poco a poco su nombre fue creciendo entre los círculos de magos, ya que empezó a ser conocido por engañar al mismísimo Houdini, el juego que le hizo no era otro que “la ambiciosa”, Houdini observó el efecto ocho veces seguidas sin lograr descubrir nada.

Esto llegó a oídos de un gran representante de artistas de la época y comenzó a actuar para gente adinerada de América.
En los años 30 todos los magos ya reconocían que Vernon era el mejor del mundo con una baraja en las manos, y podemos decir que con él comenzó la cartomagia moderna.
Vernon también actuó en teatros bajo el pseudónimo de Chung, haciendo un espectáculo de magia oriental.
A finales de los años 30, Vernon ideó su acto del Arlequin, introduciendo música y baile a sus espectáculos mágicos. Tomó clases de ballet para que el earlequín pudiera moverse con gracia y elegancia. Cambio entonces su traje por uno de colores blanco y dorado, y usaba calcetines de lana (uno rojo y uno verde). Como arlequín, realizaba una rutina en los que transformaba sus guantes en palomas, y una cuerda en bola de billar. Luego hacia aparecer un cono de cuero, y realizaba un juego con la bola y el cono. Hcia su de la unión de anillos, y terminaba con el efecto de la nieve en China. El acto era un total triunfo artístico,. pero no dejaba mayores ganacias económicas.
En 1955 cogió la maleta y su querido libro de Erdnase y se vino a Europa a dar un ciclo de conferencias por los distintos círculos de magos y así sw fue ganando poco a poco el apodo de " el profecor". No solo enseñaba jueghos de cartas, sino nuevas técnicas tanto manuales como psicológicas.
En los años 60 comenzó a trrabajar en El Castillo Mágico de Hollywood donde permaneció hasta sus últimos días.

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