miércoles, 25 de junio de 2008

Reportaje a Marcelo y Cirilo

Reportaje a Marcelo y Cirilo



Marcelo Bonetti, un artista que supo ganarse su lugar a fuerza de trabajo. Uno de los mejores en su género. Amigo íntimo y entrañable de Chasman, es quien le pone las palabras a Cirilo, el muñeco negro que hace 18 años lo acompaña fielmente en cada show.
De una fuerte personalidad, que esconde a un tipo amigable y sincero, nos cuenta toda su carrera.

¿Cómo fueron tus inicios en la magia?

Marcelo Bonetti: A los 14 años yo animaba las fiestas infantiles y me iba muy bien ya que me pedían de todas las fiestas, en ese tiempo era payaso. La persona que me vendía, después de animar un cumpleaños me regaló el juego de conejos y galeras de Chevalier Andrey. Cuando hice mi primera magia, me gustó, pero le comenté que necesitaba tener más trucos, entonces me regaló la caja de desaparición del anillo, que todavía tengo guardada y me dijo, este es el último regalo que yo te hago, a partir de ahora si te gusta comprá tu propia magia.
Ahí comienzo a ir al bazar Yankee, compraba libros y artículos y hacía todo a pulmón, ya que mi padre en ese momento no me dejaban estudiar magia, había dejado los estudios en ese momento. Mi familia era muy tradicionalista, y yo era la oveja negra de la familia.
Después de un tiempo de ir al Bazar Yankee, el dueño, el Sr. Litera me dijo que la próxima vez que viniera me iba a dar un regalo, entonces no pude esperar y al otro día mismo fui a comprar alguna cosita, entonces le digo que esperaba el regalo que me había prometido. Me dijo que volviera en una hora, me tome un café y a la hora y cuarto estaba ahí, justo cuando entro, Litera subía las escaleras del sótano y me dio un librito chiquito bastante arruinado, lleno de humedad, hollín y tierra porque el sótano estaba inundado, ese librito era "El Arte de la Ventriloquía" por Arturo Marchiello, que se convirtió en mi primer paso. Gracias a ese libro empecé a fabricar a Cirilo.
Aprendí algunas cosas de un mago Charlie que trabajaba en el Bazar Yanquee.
El vio que tenia una caja toráxica bastante grande, y me dio un impulso.
La primera presentación fue a los 18 años, el público eran 13 o 14 amigotes mas grandes que yo. Me dijeron que hiciera alguna magia, una imitación o un chiste. Y fue la primera vez que hablo Cirilo. Dijo tres tonterías, no tenía ropa, sólo un jogging. Ahí lo empecé a llevar a las fiestas infantiles, hasta que una señora me dijo si hacia adultos y ahí empezó mi carrera. Tenía un representante que me pidió vender el show. Empecé en barcitos, bodegones de la noche. Hacía unas cosas de magia para el público de la noche que en ese tiempo de represión, buscaba el reducto para escuchar el chiste verde, la mala palabra. El humor era verde. Cirilo no fue grosero pero si picantón, con los años se fue puliendo y fue cambiando el humor.

¿Entonces con ese "simple librito" comenzaste?

M.B: Con ese "simple librito" y ese simple muñeco empecé a los 18 años. El libro traía las instrucciones para hacer el muñeco.

Marcelo lo va a buscar y nos presenta a Cirilo, quien cobra humanidad ante nosotros y nos saluda.

¿Cómo probás a Cirilo en aquellos años?

M.B: Con amigos, como probás un chiste o la primer magia, después con familiares, en las fiestas infantiles. Después en fiestas de adultos, 5 minutos, 10 minutos.

¿Entonces no tenías libros de técnicas, ni libretistas, todo lo hacías vos?

M.B: Primero empecé a adaptar chistes sueltos reformados, de Corona, de Landriscina, de amigos y me di cuenta de que tenía que tener una rutina.
El libreto es como que se va formando solo, por ejemplo la rutina del cantante clásico que es la más vieja y que es de esa época, empezó con un chistecito y ahora esta formada por 30 chistes o efectos o remates.
La fui armando de a poco, alguien me dijo podes poner ésto, un músico amigo, podes agregar esto otro.

¿Fuiste encontrando cosas nuevas solo?

M.B: Yo no tenía acceso a conseguir cosas nuevas, yo lo que tenía era la cola picando de pibe joven que quería crear cosas, así que Cirilo se vistió de mujer en público, le puse peluca, hizo fono-mímica, hizo ventriloquía con un muñeco, toco instrumentos musicales, le hice cuerpo móvil, hicimos un radio teatro, tomo una bebida frente al público, Cirilo apaga el encendedor. Todo lo que quise Cirilo lo hizo. Tuvo novia que se llamaba Lulú, en realidad era una pareja circunstancial que lo venia a buscar de un show para llevárselo, una rubia platinada. Yo quería probar.

¿Cómo resolviste todos los detalles técnicamente?

M.B: Si movía la mandíbula trataba de que se moviera lo menos posible. Crear mayor misdirection y con el paso de los años, que la mandíbula se moviera menos.
De eso me daba cuenta, porque venía la novia del momento y me decía moviste mucho la boca y trataba de mejorar.
Cuando estas en el escenario tenés muchas cosas en que pensar, rutina, ropa, técnica, juegos que causen el efecto que vos querés. Bien vestido y bien sonorizado. A lo mejor por pensar más en el humor te olvidas de la técnica o por pensar en la técnica, el humor se decaía.

¿Llega un punto en que decís que esta acabado y es perfecto?

M.B.: Por ejemplo encontré que no había mas para agregarle a la rutina del cantante de opera. Empecé con otra rutina porque se me repetían muchos los lugares, así que con copias de los libros de Ciuró y libretos viejos de payasos hice la rutina del colegio, la del ping pong que es la que hacemos la mayoría de los ventrílocuos.
Después salió otra más, te vas haciendo más de la noche, te vas haciendo de amigos. He mandado a hacer rutinas y no ha servido nunca nada.
Esto es como los libros de chistes, he comprado todos los libros y si uno de los 200 chistes que vienen publicados, sirve, sirve el libro. Pasa lo mismo en la magia, si encontrás un juego que te gustó, te sirvió, es valida la compra del libro.
En ésto pasó lo mism,o un chiste agregaba o adornaba una rutina y después muchísimas cosas salieron en el escenario solo y como fueron gol, quedaron.

¿Cada vez que te presentás tenés una rutina distinta?

M.B: Cada vez que me presento por primera vez en un lugar, hago la rutina 1, la segunda la 2 y así hasta la 5 y cuando llego a la 6 que no hay, vuelvo a la rutina 1.
Con eso holgadamente uno puede zafar.

Arrancaste a los 14 años con la magia, a los 18 con el muñeco y ¿cuánto desplaza el muñeco a la magia?

M.B: En casi su totalidad porque estaba en lo mejor de mi juventud, en donde uno no tiene callos en las manos y podes hacer una magia en la que estas fresco para manipular. Llega Cirilo y la magia queda truncada, el aprendizaje, Cirilo era más fuerte.
Siempre leí artículos de magia, lo que pasa es que estaba 8 horas ensayando en función de Cirilo.

Hacías manipulación, ¿en eso eras autodidacta?.

M.B: Si, de hecho en mis principios empecé a manipular cigarrillos, con un libro de Patrick Page. Aprendí a hacer back and front. Tengo los conocimientos básicos, no tengo rutinas de eso.
De naipes no me pidan nada, porque no soy gustoso de practicarlos, no me gustan para hacerlos yo, soy público fascinado, soy el primero en aplaudir a quien lo hace.

¿Cómo llegás a la EMA?

M.B: A la EMA llego siendo mago, en el 83. En ese momento era mago, hacia magia infantil de casas de familia y me llevó un payaso. Di el examen de ingreso bastante mal, pero me han aprobado porque debo haberles caído bien. Lógicamente en la EMA he aprendido mucho al conocer buenos profesionales, tipos talentosos. Mirando y si uno sabe recepcionar y analizar uno aprende.
A la EMA entre con la intención de la magia.

¿Hay encuentro de ventrílocuos, me refiero a algún circulo que los nuclée?

M.B: Ahora hay un encuentro en el CIVEAR Círculo de Ventrílocuos Argentinos, que esta creado por Miguel Angel Lembo, Marcelo Meliche y yo.
Entre los 3 llamamos a un grupo de ventrílocuos y es un grupo que se dedica a amar y dignificar a la ventriloquía. No son todos profesionales, pero si aman este arte.

En los últimos congresos de magia de nuestro país los ventrílocuos se llevaron la mayoría de los aplausos y el cariño del público, ¿por que sucede ésto?

M.B: Yo trabajaba en restaurantes tangueros. En la clásica cantina tanguera, el cantor sube canta 3 temas y se va, los músicos quedan y pasa el que sigue, hay 2 momentos de corte en donde la banda descansa. En ese intervalo hay una atracción humorística o de folklore, algo que no tenga que ver con el tango.
Siempre me llevaba los aplausos, pero no porque fuera el mejor ventrílocuo o mago, era porque era lo diferente. Siempre la gente aplaude a lo diferente.
En los congresos de magia pasan 10 o 12 magos, si hay un ventrílocuo, el aplauso se lo lleva el muñeco, porque uno ve un mago y otro y otro y al ver algo distinto es como darles oxígeno.
Sería lo mismo que un mago en un congreso de ventrílocuos.

¿Hay muchos ventrílocuos en la Argentina?

M.B: Somos unos cuantos, pero que trabajemos de ésto no. Hay mucha gente que tiene muñecos. En la ventriloquía no es como en la magia donde uno puede hacer lo que hace otro.

¿A quién tomaste como ejemplo cuando empezaste?

M.B: Iba a ver a Javier y Jaimito y los estudiaba y miraba a Chasman y Chirolita por la televisión. No vi otros ventrílocuos. Por eso tengo movimientos achasmanerados. Copio esa figura televisiva. Lo picaresco de Javier y el estilo señorial de Chasman, pero como me inclino mas hacia Chasman me criticaban eso en mi comienzo.

¿Siempre viviste de ésto?

M.B: Nunca hice otra cosa, mi familia me apoyo económicamente. Fui un chico que si bien dejó los estudios, nunca me faltó el dinero para ir al cine, mi mamá me daba el dinero. Cuando me fui a vivir solo me pagaron el primer alquiler, la primera heladera.

¿Cuándo empiezan a verse los primeros resultados de la profesión?

M.B: A los 23 o 24 años me bancaba solo mi departamentito, vivía solo, con alguna novia por ahí. Ahí me caso, a los 27, edifico una casa y ahí viene el golpe fuerte en el 88, 89, 90, 91 y 92, golpes de dinero, de divisas.
Salgo del bodegón y voy a la discoteca en donde había más plata, había que usar otro léxico, empiezo a suavizar el show.

¿Que dicen ahí tus padres que en los comienzos no querían que siguieras este camino?

M.B: Ahí lo pierdo a papá, a los pocos meses de casarme, tenía una enfermedad muy larga y deteriorante. Unos días antes de morirse papá me agarró de la mano y me dijo que lástima que no entendí ésto antes, yo venía de Badía y Cía. y lo estaba afeitando en ese momento. Le dije viejo nunca es tarde y a los 3 o 4 días se me murió. A los 2 días de la muerte de papá, me entero que viene mi primer hijo, Denis que tiene 10 años. Dios nos da y nos quita. Te prueba y te pone piedras en el camino.
Comprendí que mi padre no lo hacía por mal, a veces la gente se equivoca.
Es difícil para los padres entender que los hijos quieran ser artistas.
En mi casa se prohibió siempre el cigarrillo y el alcohol, mi mamá se horrorizaba cuando escuchaba chistes verdes, ahora es la primera que corre y me los cuenta cuando los escucha en televisión. Me entendió. Hoy en día mantengo a mi ex esposa con mis hijos, a mi actual pareja con mi nueva hija y mis gustos que no son nada baratos - risas -. Así y todo en ésto, hay meses malos, otros buenos.
¿A tus hijos les tira ésto?

M.B: El mayor, antes si, pero ahora que compré una PC, cada vez que viene se queda jugando con la máquina, le interesa más, al menos por ahora. El más chico es el que está mas en los detalles, de pintale o agregale tal cosa al muñeco, etc. Toca las magias.

Trabajaste en teatros también

M.B: Trabaje en varias obras de revista, como en "La Revista Dislocada".
Trabajé con Tristán, Corona, tuve cartel francés, porque me lo gané a las tres semanas de estar en el teatro, eso me lo enseño Chasman, de cómo exigirlo. El cartel francés es la atracción, no la figura, es un recuadro que destaca a la atracción.
También giré por todo el país.

¿Cuándo y como conocés a Chasman?

M.B: Trabajaba en un pub y un día me avisan que estaba Chasman en la puerta, cuando lo vi estaba mirando el cartel de la puerta, la foto mía y de Cirilo. Me acerque y me presente, me dijo que era un gusto conocerme y que sólo venía para eso, lo invite a pasar en reiteradas oportunidades, a lo que el se negó rotundamente. El no venía a tomarme examen, por lo tanto no quería molestarme. De tanto insistirle, accedió. Al tener una persona tan importante, los dueños del local lo ubicaron en primera fila y él vio mi show. Sentía que me temblaban las piernas, pero todo salió muy bien, al hacer la rutina en la que el muñeco se da cuenta de quien es en realidad, le dijo a Chasman, que lo mismo debía sentir su Chirolita. Cuando termino, se subió al escenario, le dio un beso a Cirilo y me dio una palmada en la cara. Fue algo tremendamente emocionante.
Con Chasman tuvimos una amistad entrañable. Pero no fue así desde el principio, recién después de 6 meses de conocerlo me invitó a su casa, me atendía en el living. Me estudiaba mucho. Parecíamos los novios de antes. Después me invitó a pasar y de a poco nos fuimos haciendo amigos.
Un día, mientras hablábamos sobre medidas de cuerpos de muñecos, yo le decía que a mi me tocaba mucho la mano adentro, entonces me dijo que el tenía un cuerpo de muñeco para que probara. Fuimos a su oficina y me mostró el cuerpo, al que obviamente probé. Mientras me miraba al espejo, de pronto él le puso una cabeza, era la primera vez que tenía a Chirolita en mis manos. Me dijo que lo hiciera hablar. Se sentó en el borde de la mesa. Yo me emocioné y se me cayeron las lágrimas, el también se puso a llorar, era la primera vez en 40 años que veía a su Chirolita en manos de otra persona.
Con el tiempo llegamos a hacer una gran amistad que se proyecta hacia sus propios amigos y familiares allegados.

¿Tuviste problemas en escena alguna vez?

M.B: Una vez se me cortó el cordel, le tape la boca y con la voz oculta lo metí en la valija y seguimos con la rutina de la valija, hice un cuarto de rutina hasta que me fui.

Dejanos una anécdota para terminar

M.B: Un día en épocas de la dictadura, estaba en un boliche trabajando, entró un cana con un batallón, y empezó a los gritos, se ponen todos de pie, las mujeres de este lado y los hombres de este otro, y todos con el documento en la mano. Entonces Cirilo le dijo por favor señor oficial déjenos terminar, que estamos trabajando. El cana se dio vuelta y apuntándonos con el dedo dijo, usted también documentos sin darse cuenta de que fue el muñeco, entonces la gente se empezó a reír, ante esa situación, me llevaron y me pegaron hasta por los codos.

mago, magos

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