jueves, 12 de junio de 2008

HENRY EVANS

«Por cuestiones éticas, elijo no ir a los casinos»
Dedica ocho horas diarias a la baraja y en cada espectáculo estrena una. Manias
«Por cuestiones éticas, elijo no ir a los casinos»
El cartómago Henry Evans.
Su especialidad es la magia de cerca, «a dos centímetros de la vista», donde resulta más fácil adivinar los vericuetos del truco, y también causar impacto. Natural de Buenos Aires (Argentina), ha sido campeón mundial en cartomagia.

-¿Le dejan entrar en los casinos?

-La verdad, no, por si las moscas. En las ciudades donde me conocen no suelen dejarme entrar. Tampoco mi código ético me lo permite. Como decimos los argentinos, no se puede ser bueno en todo, lo siento.

-Tiene que ser difícil engañar a un hombre como usted.

-Menos de lo que imagina, seguro. A veces también gusta que a uno lo confundan. Eso realimenta la magia.

Cuestión de psicología

-¿Cuánto de psicología hay en los efectos que realiza?

-Me atrevería a decir que un 80%. Hay que distraer la mente del espectador y la vista, jugar con los sentidos del público. La psicología es una gran arma.

-¿Alguna vez toca improvisar?

-No hay ningún mago exento de que alguna vez le falle algo.

-¿Ha tenido que salir de algún apuro?

-Sí. Una vez simulé que partía en dos un billete y realmente se me rompió. Yo me reía más que el público porque estaba pensando: 'Lo rompí de verdad'. Tuve que ingeniármelas para cambiarlo por otro. Y era de los gordos.

-Ustedes los magos, cuando se juntan, ¿se cuentan los trucos?

-Sí, pero siempre conviene dejar alguno para la intimidad. Cuando yo doy una conferencia es sólo para magos.

-Campeón mundial de cartomagia. ¿Cuántas horas al día le dedica a la baraja?

-Ocho por lo menos.

-¿Y tiene muchas?

-En cada función abro un mazo nuevo, para poder 'hacerla' a mis manos. Manías

-¿Cómo se hizo campeón mundial?

-Batí el récord de los diez segundos en cortes cartas. Con una baraja mezclada por el público, en diez segundos hice diez cortes perfectos. Al final, tenía que quedar ordenada del as al rey. Fueron años de pleno entrenamiento. Pero yo vivo con y para la magia. Empezó siendo un juego y acabó siendo una profesión.

-¿Cómo hace para mover las gafas de un espectador sobre la mesa?

-¿De verdad quiere que le cuente la trampa? El público siempre va a tratar de descubrir lo que hace el mago y eso no nos gusta. Seré sincero, no es que yo tenga poderes especiales. Aconsejo dejarse llevar por la ilusión.

-¿Somos los adultos peor público que los niños?

-En realidad, no, a pesar de ser más lógicos y racionales. El adulto entiende que va a ver un espectáculo y para mí es más fácil. Los niños son tan espontáneos que siempre intentan desafiarte.

-¿Me la ha jugado en la entrevista?

-Se intentó.

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