sábado, 8 de marzo de 2008

Entrevista al mago Rene Lavand

El ilusionista argentino que cautiva al mundo, atendió a Infomagos desde su casa de Tandil, su ciudad natal de la cual nunca se despegó. Obsesivo por la elegancia y el estilo del artista, cuenta que no ve representada la especialidad en Argentina y que la falta de una mano no es importante en su acto. “Es sólo la última añadidura”, afirma.
Por Fabricio Soza. fsoza@infomagos.com.ar
Con casi 79 años, Héctor René Lavandera convive con René Lavand desde los siete años. Su alter ego artístico no es ni más ni menos que una representación viva de la lucha contra la adversidad y un ejemplo de vocación increíble. En una profesión donde las manos son imprescindibles él dio ventaja. Poco le importó el accidente que a los nueve años lo dejó sin su derecha y lo transformó en un autodidacta a la fuerza. Lavand nunca ocultó su amor por la cartomagia, la cual practica desde pequeño y que lo hizo amigo de los naipes.
Maestro de la pausa, caballeroso y cautivador en el relato –tal cual crea sus historias arriba del escenario-, habló con Infomagos telefónicamente sobre su vida, los artistas de la actualidad, su participación en la pantalla grande y mucho más. “No hay artista sin estilo”, dice mientras pregona por un buen ilusionismo que eduque al público del país. Pasen, lean y escuchen la entrevista exclusiva con la leyenda que no deja de sorprender. Créannos, no se podrá hacer más lento.
- ¿Qué es la magia René?- Con la que logra la comunicación artística y humana con su público. Sea Marta Argerich en el teclado, sea Julio Bocca bailando, o en una de esas René Lavand –perdón que hable en tercera persona- con la baraja en la mano. Para mí eso es magia, yo soy ilusionista. Es una cuestión de término, nada más.
- ¿Qué sería de René Lavand sin el ilusionismo entonces?- ¿Qué sería? Héctor René Lavandera, que es mi verdadero nombre. Pero lo cierto es que no conozco y me cuesta mucho imaginar a un René Lavand sin el ilusionismo. Porque me acompaña desde los siete años con dos manos y después del accidente, a los 9, con una.
- Usted siempre dice que fue un autodidacta en esto de aprender el arte…- A la fuerza, por la razón que le acabo de dar ya: el accidente. No hay libros que expliquen técnicas para una sola mano.
- Dicen que en Tandil, la gente cuenta que era un espectáculo verlo contar los billetes en el banco…- Son anécdotas que agrega la gente, esas son fantasías de pueblo. No, eso… yo con la baraja me defiendo, lo he hecho toda mi vida, así que algo aprendí ¿no? Y creé, obligadamente, como decíamos recién.
- Usted es un artista muy conocido, no sólo por tener una sola mano, sino también por su humildad, caballerosidad, la gentileza dentro del escenario y los relatos que hace…- No se si soy humilde, no creo. Pero tampoco soy un falso modesto, claro, que es peor. Creo que si he logrado una fama ha sido por un estilo, no por la mano. Porque a mí me da lo mismo, ya que la nombré a Marta Argerich, que toque con una mano o con siete: lo que me interesa es que me llegue al alma, que me conmueva. Así que no es la forma de hacerlo, o sí la forma de hacerlo en lo que respecta a la expresión. La cosa no está en lo que se hace sino en cómo se hace, evidentemente. Pero no por una mano, eso no juega. Eso es una añadidura que le pone el público, pero es la última añadidura: “¡Che y con una sola mano. Qué hijo de…”, esa es la última. Pero nunca lo hice para que me aplaudieran por hacerlo con una mano. Da lo mismo con una que con dos.
- ¿Está al tanto de las figuras del mundo en el arte?- ¿Si estoy al tanto de…?
- Si hay algún artista que le guste, que se destaque en este momento.- Bueno sí, acaba de hablarme un gran amigo mío, a quien admiro artísticamente, Morrison. Acaba de hablarme hace tres minutos, de España me habla siempre. Somos muy amigos me dice a ver cuando voy a ir. Pero vive en Sevilla, no puedo viajar tanto, tengo casi 79 años. Pero bueno, por otra parte me está picando España. Para mí Europa es de los Pirineos para abajo ya a esta altura. Me gusta mucho volver a España por el reencuentro con amigos, con halagos, con anfitriones y con un dinero importante. En Tandil vivo para descansar, porque, por suerte, no me llaman de ninguna parte, entonces aprovecho para descansar. El mercado está en España sobre todo. También he hecho ahora Texas, Colombia, tengo que ir a Belo Horizonte, otra vez a Colombia, también tengo que hacer esas cosas. Pero bueno, me interesa.
- ¿A Tandil llega mucha gente a visitarlo? Ha dicho que tiene discípulos…- Vivo un poco escondido, aquí a pie de un cerro. Pero siempre aparece gente a sacarse fotografías y cosas que, bueno, me hacen sentir halagado. Aunque a veces pesan un poco, pero bueno, es el precio.
- Cuéntenos cómo fue la actuación en ‘Un oso rojo’ y si tiene pensado volver a actuar.- No, no. Esa fue una cosa circunstancial, donde me tocó hacer un papel de villano y quizás por eso dicen que salió bastante bien (risas). Fue una buena película y una gran experiencia para mí trabajar con Caetano, trabajar con Julio Chávez, excelente actor, y bueno, nada más. Una experiencia en la vida, muy linda.
- René, recién me hablaba de Morrison a nivel mundial, a nivel nacional: ¿Cree que están saliendo buenos ilusionistas, buenos artistas?- No los veo, no los veo. No veo por televisión la especialidad, no se ve representada.
- ¿Por qué cree que la magia debe ser difundida en el país?- La magia debe ser difundida o no debe ser difundida. Si la van a hacer bien: que la difundan. Porque entonces mejorará el buen gusto en el conocimiento de parte de los públicos. Ahora, si la van a hacer mal, si van a hacer magos y maguitos de boliche, entonces que no se difunda. Yo estoy rogando que no se difunda. Ahora, si la van a hacer bien, entonces sí, claro que sí. Porque entonces van a haber públicos predispuestos como hay en España. A mi me pagan los distintos ayuntamientos de las distintas ciudades principales de España. ¿Por qué? Porque la magia que usted llama, que yo llamo ilusionismo, está impuesta. ¿Y porqué se ha impuesto? Porque hay buenos artistas. Entonces sí, que la difundan.
- Entonces, ¿qué tiene que tener un buen artista, un buen ilusionista?- Un buen ilusionista tiene que ser artista, vamos a empezar por eso. Porque no hay prestidigitador sin ser actor primero. Y luego tener estilo. Estilo, porque no hay artista sin estilo. Ninguna duda.
- Le agradezco por la comunicación- No, encantadísimo. Muy honrado y agradecido

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